
El precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas, como el oro o
la plata, sino con la preciosa sangre de Cristo. 1 Pedro 1:18-19
Quizás ya has escuchado lo que pasó ese día
hace como dos mil años pero quiero contarte de nuevo la
historia de un hombre que sintió tu mismo dolor. El lloró amargamente tu dolor
camino a su muerte. Sus venas fueron perforadas para que tú no tuvieras que
perforarte las tuyas.
Lo colgaron de un madero para que tú
no tuvieras que morir colgado.
Sajaron su cuerpo para que tú no
tuvieras que sajar el tuyo.
Quizás tu dices: “Ya me sé esa
historia pero a Jesús lo mataron, no es que se quería morir como yo”.
ESTAS EQUIVOCADO! El ELIGIÓ morir
para que tú eligieras vivir. Si había alguien que se quería morir por ti, Ese
fue Él.
Nadie me quita la vida, sino que yo la entrego porque así lo quiero. San
Juan 10:18
¿Ahora entiendes cuando dice la
Biblia que con su muerte nos dio vida? ¿Ahora entiendes cuando dicen que él
tomó tu lugar?
Primera buena noticia: El YA murió
por ti. Y eso no es todo, sino que venció a la muerte para que tú también
vivieras con El.
Jesús tomó esa
naturaleza humana para anular, mediante la muerte, al que tiene el dominio de
la muerte, al diablo, y librar a todos los que por temor a la muerte estaban
sometidos a ESCLAVITUD DURANTE TODA LA VIDA. Hebreos 2:14-15
¿Más claro que ese día todo se trató de ti?
Amig@, no estás sol@! Jesús te prometió antes
de irse, dejar un consolador, un compañero: Su bello Espíritu Santo para estar
contigo SIEMPRE. No eres huérfano!
Y yo le pediré al
Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre: el
Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo
conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en
ustedes. No los voy a dejar huérfanos; volveré a ustedes. San Juan
14:16-18
En este momento con la autoridad que tengo de
parte de Dios, echo fuera de ti todo pensamiento de muerte. Y oro para que en
este mismo momento puedas sentir al Espíritu Santo junto a ti. No estas sol@!
Dios no se ha olvidado de ti. Siente su compañía en este mismo momento y
comienza a sentir esa libertad de todo pensamiento de suicidio. Sé libre en el
nombre de Jesús. Amén.
Por favor no te pierdas la segunda y tercera parte. Tu mismo sabes que hay muchos puntos más que tocar. Es
cosa de vida o muerte! Si quizás este artículo no era para ti, por favor
compártelo. Hay alguien en Facebook que esta deseperad@ por leer estas
palabras.
Para cualquier comentario, duda, testimonio,
saludo, etc. puedes enviarnos un correo a dudas_doubts@hotmail.com
Para recibir más
notificaciones de nuevos artículos puedes encontrarnos en Facebook AQUÍ
No hay comentarios:
Publicar un comentario