
“No es bueno que el hombre esté solo...”
(Génesis 2:18)
Dios no te
diseño para vivir solitario/a hasta la muerte. Tu creador sabe mejor que nadie
que tienes necesidades tanto fisiológicas como emocionales. Él sabe lo mucho
que deseas compartir tus logros y alegrías con alguien especial.
Generalmente
los que decimos esta frase somos jóvenes adultos que ya tenemos una carrera y
nos concentramos en superarnos personal y profesionalmente; nuestras
prioridades son trabajar, ayudar a nuestros padres, estudiar, en algunos casos
eres madre o padre soltera/o, o tal vez nos decepcionaron y ya no crees en las
personas. Simplemente dejamos que nuestras prioridades fueran otras y dejamos
pasar el tiempo pensando que quizá esa persona aparecerá algún día. Con esto no
quiero decir que esté mal que te enfoques en otras cosas; al contrario, Dios
conoce tu corazón y tu tiempo no es el mismo que el mío pero de algo sí tienes
que estar seguro/a: que no importa tu edad, no importa si te sientes viejo o
vieja, Dios sí inventó a alguien especialmente para ti.
Un ejemplo
clarísimo de esto en la Biblia es la historia de Rut y Booz, bisabuelos del Rey
David (Rut 4:18-22). Según el relato del libro de Rut, Booz era un hombre
avanzado de edad y, aunque no lo menciona explícitamente, probablemente lidiaba
con sentimientos de soledad (claro, era humano) pero Rut llegó a su vida en el
momento correcto y tuvo la oportunidad de redimirla y honrarla y lo hizo sin
pensarlo.
¨Que el Señor te bendiga, hija mía. Esta nueva
muestra de lealtad de tu parte supera la anterior, ya que no has ido en busca
de hombres jóvenes, sean ricos o pobres.¨
Rut 3:10
Rut tuvo la
oportunidad de buscar a alguien de su edad pero ella eligió a un hombre de Dios
y sin esta unión no hubiese nacido el gran Rey David y por consiguiente no
hubiese nacido Jesucristo (Mateo 1:1-17).
La Biblia
no menciona que Booz era viudo, casado o divorciado, por lo que podemos asumir
que a pesar de ser soltero, él nunca se desesperó o reclamo por no tener a
alguien a su lado, y Dios puso a Rut en su camino, la moabita que sería su
ayuda idónea.
Ahora bien,
si ya captaste que hay una persona hecha exclusivamente para ti en el tiempo de
Dios, y que no hay una edad establecida para Él, entonces vamos a lo más
importante.
Los vagones del tren que debemos abordar
Los trenes
nunca dejan a nadie, excepto que el pasajero llegue tarde o simplemente no lo
aborde. Pero el tren está programado a una hora, lugar y fecha especificas
indicados por Dios.
Si quieres
abordar el tren correcto, debe tener los siguientes vagones:
Vagón #1:
No busques perfección total
¿Todavía crees en el príncipe azul que vendrá a
traerte en caballo blanco? ¿Todavía crees en la cenicienta que bajará de una
calabaza? Déjame decirte que entonces tú eres la que ha dejado que el tren se
te vaya varias veces. Empiezas
a exigir que esa persona cubra TODO lo que tú necesitas y al menor error, te
das por vencido. LA EXAGERACIÓN EN LA ELECCIÓN NOS PUEDE LLEVAR
A LA EQUIVOCACIÓN de lo que realmente Dios quiere para nuestras
vidas. Solo Dios es perfecto
Ningún ser
humano es perfecto, todos tenemos defectos, pero hay personas que solo pueden ver lo negativo y lo malo de
los demás. Esto puede deberse a que confiaste en alguien y te defraudó tanto que
te cierras totalmente a lo bueno de las personas.
Primero que nada nuestra confianza jamás
debe estar en el hombre, debe estar solo
en Dios. (Jeremías 17:5). Además, Dios
nos manda a amar a todos como a nosotros mismos, es decir tal y como son. NO BUSQUES
UN PRODUCTO TERMINADO Y PERFECTO CUANDO SABES QUE DIOS AÚN SIGUE MOLDEÁNDOTE A
TI.
Claro está, no te estamos diciendo que vayas y te cases con el primer asesino
en serie o con la primera narcotraficante que encuentres sino que no
encontrarás a alguien humanamente perfecto, siempre habrá defectos que son
negociables y que se pueden superar juntos.
Vagón #2:
Abre tu corazón
El hecho de
que la persona que has estado esperando en tu vida, aún no ha llegado, no quiere
decir que debas cerrarte por completo y aceptar tu soledad cuando en lo más
profundo deseas compartir tu vida con alguien. Y aunque te duela, esta actitud
es todo un berrinche es como decirle a
Dios: “No me lo diste cuando yo quería; así que ya no lo quiero”, y además esta
es una actitud de rebeldía. Entrégale tu
corazón sólo a Dios y Él lo cuidará por ti y ya no tendrás que preocuparte tanto
por esperar.
Dame, hijo mío, tu corazón y no pierdas de vista
mis caminos.
Proverbios 23:26
Vagón #3: No
esperes que Dios haga tu parte.
Puede que
la tradición te haya hecho pensar que Dios te dirá con señales de fuego y
truenos quién es la persona indicada y por eso estas soltera/o todavía. Esto no
es cierto! Tú deber es orar y pedir
dirección a Dios pero en el momento de conquistar a esta persona, Él
no lo hará por ti. ¿Entonces como sé que es el indicado o la indicada? Bueno en
el caso de que hayas orado, sentirás PAZ y SEGURIDAD total en Dios.
Ahora que
ya sabes lo correcto no dejes que el tren se te vaya y sobre todo no tengas
miedo de abordarlo pero recuerda antes que nada necesitas a Dios en tu vida
para que esto sea una realidad porque aunque llegue tu tren, ¡Dios es el único
que nunca te dejará varada/o!
Tu tren ya está
en marcha! :)
Si tienes
algún comentario o simplemente me quieres contar algo, escríbeme a g.fraggi@homtail.com .
Escrito
por: Gabriela de Escalante
Este
artículo es PROPIEDAD INTELECTUAL DE DIOS así que tienes todos los permisos
para copiarlo, imprimirlo, enviarlo a un amigo, ponerlo en otro sitio de
internet, etc.
Para
cualquier comentario, duda, testimonio, saludo, etc. puedes enviarnos un correo
a dudas_doubts@hotmail.com
Para
recibir más notificaciones de nuevos artículos puedes encontrarnos en Facebook AQUÍ!