Este artículo te lo dedicamos a ti que luchas
con una misión más difícil que la meta de una candidata a Miss Universo de conseguir
la paz mundial; más difícil que tocarse el codo con la punta de la lengua, a ti
que luchas con la misión de honrar a un mal padre o un padre ausente.
Es fácil dar un regalo a un papá, que
aunque no es perfecto, siempre hizo lo posible para estar contigo pero qué pasa
cuando debes a honrar a un padre que te cambió por otro matrimonio, a un padre
que nunca estuvo contigo o un padre que sí estuvo pero nunca te mostró
verdadero amor. Si este es tu caso, debes leer este artículo hasta la última
letra con toda la atención del mundo.
Esta es la historia de un Rey muy
reconocido, el pueblo lo amaba, era muy admirado por todos y tenía varios hijos
y conforme a la tradición oriental, también varias esposas. Al crecer, uno de
sus hijos llamado Amnón se enamoró locamente de su media hermana llamada Tamar
y en un momento de desesperación, la violó. Su padre, el Rey, se enfureció pero no hizo
justicia. Absalón, que era también hijo del Rey y de la madre de Tamar, se
enfureció y guardó rencor por años contra su hermano Absalón y también contra
su padre por no hacer justicia. Hasta que un día decidió hacer justicia por el
mismo y mandó a matar a su hermano y huyó, unos años después regresó al reino y
su padre lo recibió pero Absalón regresó para hacerle pagar a su papá la deuda
de no hacer justicia. Regresó para quitarle el reino a su padre. En resumen,
Absalón terminó muerto relativamente joven por tratar de hacer su propia justicia
contra su padre. Este famoso Rey fue el Rey David (Puedes encontrar esta
historia en el segundo libro de Samuel)
Te preguntarás: ¿Y qué tiene que ver esto
conmigo?
Absalón hizo lo que le parecía justo. ¿Era
justo defender la honra de su hermana? Claro, ¿Era justo destituir del trono a
su padre por no hacer justicia? Quizás ¿Es justo que no ayudes a un padre que
nunca te ayudó a ti? ¿Es justo que ignores a un padre que te ignoró toda la
vida? ¿Es justo hacer pagar con creces a un padre que te debe mucho? A nuestros
ojos, quizás pero hay algo que quiero compartirte hoy. Hay una justicia más
alta que nuestra justicia. Hay una ley más suprema que nuestra propia ley que
es la de Dios. Dios mismo dijo:
“Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor tu Dios te lo ha ORDENADO, para que disfrutes de una larga vida y te
vaya bien en la tierra que te da el Señor tu Dios”. Deuteronomio 5:16
La palabra de Dios no tiene cláusulas. No
dice: “Hónralos sí y solo sí son buenos padres”. Honrar a tus padres no es una
sugerencia; es una orden. Quisiera decírtelo de otra manera pero no me interesa
hacerte sentir cómodo sino responsable con este artículo. El propósito más
grande con este mandamiento es que te vaya bien y tengas una vida larga. Puedes
orar mucho, congregarte mucho, servir mucho, etc. pero si deshonras a tus
padres, TE IRÁ MAL Y VIVIRÁS POCO. Este
fue el caso de Absalón, quiso aplicar su propia justicia y murió por ella misma.
Hay caminos
que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte.
Proverbios 16:25
Ponle atención a que esta fue una orden
del mejor Padre de toda la historia, no ignores que lo dijo el Juez Justo y
Verdadero. ¿Entonces, por qué nos mandaría un Dios Justo hacer algo
aparentemente “injusto” e “imposible”? Por la misma razón que Dios mismo envió
a su hijo 100% libre de culpa a morir por un montón de pecadores. Porque la
justicia de Dios sobrepasa nuestra justicia. Así que si decides irte por lo que
a ti te parece justo y eliges no honrar a tus padres porque a tu manera de ver
es injusto tampoco recibas el sacrificio de Jesús porque sería injusto (a tu
manera de ver) que alguien sin culpa pague por un culpable. ¿Esa parte ya no te
gustó verdad? Entonces te invito a que decidas por la justicia de Dios y no por
la tuya.
¿Cómo honrar a un mal padre o un padre
ausente?
#1. CON UN REGALO MUY FINO Y MUY CARO: EL
PERDÓN.
Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los
perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero si no
perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las
suyas. Mateo 6: 14-15
Podrías regalarle un reloj carísimo, corbatas,
dinero en efectivo, un carro, un nieto, etc. pero si no le das tu perdón de
nada sirve porque así como Dios te perdonó tanto y bastante y mucho a la vez, tú
también debes perdonar. Como te lo mencioné: O eliges la justicia de Dios que
te justifica a ti o eliges tu propia justicia que te condenará eternamente.
Un saludo a ti que hoy te diste cuenta que
tu Misión “Imposible” no es tan imposible y que no estás sólo en ella. No dejes
de leer la segunda parte de este artículo. Además te recomiendo que leas el artículo
“ODIO A LA CIGÜEÑA” si alguna vez has pensado que naciste en la familia
equivocada: http://dudas-doubts.blogspot.com/2012/09/odio-la-ciguena.html
Escrito por: Luis Andrade
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